lunes, 16 de abril de 2012

Virgen porque me da la gana…

Leí con curiosidad la noticia de que una venezolana había publicado su primer libro, el cual decidió titular “Virgen a los treinta”. Pensaba que se trataba de algún juego de palabras, no tanto porque lo creyera imposible, sino porque me pareció como un título demasiado obvio para un libro que hablara de este tema. Pero estaba equivocada, efectivamente, Vivian Sleiman, decidió plasmar en un libro, su experiencia siendo virgen a los 30 años. Busqué la noticia completa. Confieso que lo que me parecía interesante no era el tema de la pérdida de la virginidad —o en este caso el mantenerla— tardía, sino más bien el poder de decisión y la convicción de una persona que viviendo los tiempos que vivimos, llenos de estímulos, provocaciones y tentaciones, se haya mantenido firme ante semejante decisión. Hubiese causado la misma curiosidad en mí, si la declaración fuese “no he tomado Coca-Cola en 30 años” , “Tengo 30 años y nunca he bebido ni un trago de alcohol” o “Tengo 30 años y jamás he fumado un cigarro”, y no lo digo por restarle importancia al tema de la virginidad, sino porque realmente, me llamaba la atención las razones que podría una persona tener para, en cierto punto de su vida, tomar una decisión como esta.

Me dispuse entonces, a ver —con extrema curiosidad— el video de la entrevista que publica Globovisión. (Les dejo el enlace por si quieren verla http://www.dailymotion.com/video/xmjrs0_virgen-a-los-30-un-libro-autobiografico_news) Lo primero que me sorprendió es que se trata de una mujer realmente bella y lo digo, porque leí más de un comentario en Twitter, aludiendo a que seguramente la niña no sería muy agraciada. Pues sí lo es. Una mujer que definitivamente debe llamar la atención y que dudo mucho que le hayan faltado pretendientes en la vida. Comencé a escuchar la entrevista conducida por Aymara Lorenzo y confieso que me decepcionó. Tengo que aclarar que no he leído el libro. En honor a la verdad, desde un principio me causó curiosidad la noticia pero jamás hubiese comprado el libro para leerlo. Sin embargo, creo que ahora lo haré.

Mi decepción vino dada, porque a medida que fui escuchando la entrevista, me encontré con una cantidad de incongruencias —a mi parecer— que me chocaron totalmente con la decisión tomada. Me explico: creo que la decisión de mantenerse virgen a la edad que sea, es definitivamente, algo muy personal y mucho más, si lo primero que dices es que es por convicción. Por lo tanto, y me disculpan, cualquier justificación al respecto está de más y en la entrevista me conseguí con un collar de justificaciones, que sinceramente dejan un sabor más a crítica hacia las decisiones de otros que a posición ante una decisión tomada. Esto sin hablar de una cantidad de conceptos lamentablemente errados sobre la sexualidad humana. Me permito, de nuevo, desde mi punto de vista, enumerar algunos.

- “Porque para mí la entrega, hacer el amor, es algo que va más allá de lo físico, más trascendental” Comienza con esta frase, aludiendo a su “espiritualidad”. Y no pude menos que pensar: ¿Es decir, que todas aquellas personas que no somos vírgenes somos menos espirituales? Puedo entender que hoy, siendo una mujer culta, adulta y con experiencia en la vida, pueda tener conceptos tan profundos como para evaluar y considerarse más “densa” (?), pero dudo mucho que a los 15 años, que es más o menos la edad en la que el ser humano comienza a lidiar con el tema de las decisiones frente a la sexualidad, su pensamiento hubiese sido igual y mucho más, si más adelante afirma que a esa edad no le gustaba leer y tenían que obligarla. Meditar, explorarse espiritualmente, considerarse una persona trascendental, requiere de mucho estudio y cierto nivel de sabiduría y por ende de mucha lectura, así que realmente, no me quedó muy clara cuál fue la decisión tomada, a los 15 años, para seguir virgen a los 30. Y acoto algo, no es que me interese. Repito, la decisión es muy personal, el problema es que cuando decides hacerlo del conocimiento público y escribir un libro sobre el tema, deberías estar total y completamente claro en tus conceptos, muchísimo más, si “sientes orgullo” porque “jóvenes de 14 y 17 años” estén leyendo tu libro. Dejó de ser tu historia personal, se convirtió en un mensaje y pudiera ser bastante confuso si lo que reflejas en el libro, no está acorde con lo que dices. Esto sin tocar el tema, además de que si la entrega va mucho más allá de lo físico, pues no entiendo el tema de mantener la virginidad. Pero no alarguemos más el asunto.

- “Los hombres ven a la mujeres vírgenes como un trofeo”, afirma, pero mucho peor es el comentario de que “parte de la culpa la tenemos la mujeres de estar provocativas, realmente si estás en un bajo perfil es distinto”. Una generalización para mí es terrible. Dos en una oración tan corta me parece deprimente. Me gustaría preguntarle si es de las personas que piensan que una mujer violada, lo merecía porque estaba en minifalda. Por otro lado, si merece golpes de pecho el que una mujer esté “provocativa” y de alguna manera —no he conseguido cual— tiene algo que ver con su decisión sobre la virginidad, me gustaría saber ¿por qué en la portada de su libro, bajo el título “Virgen a los 30 años”, no vemos una foto de una mujer sin maquillaje, vestida de negro, cuello tortuga y vestido amplio, sino que vemos a una mujer en un atuendo bastante insinuante?. Pero de nuevo, es mi percepción, la decisión de la virginidad sigue siendo suya. Y, comentario aparte, sí, creo que después del la foto, la entrevista y el libro hablando de ser virgen a su edad, definitivamente para más de uno debe ser un trofeo muy codiciado.

- “La virginidad no tiene religión, el himen no tiene religión”. Me parece realmente insólito, en pleno siglo XXI, escuchar a alguien hacer la relación entre himen y virginidad. Lo siento, pero esta afirmación lo que me demuestra es una profunda ignorancia. Coincido sí, en el tema de los valores perdidos, pero no sé hasta que punto la idea de una mujer virginal, guardándose para un hombre que definitivamente no lo es, sea unos de los valores que al mundo le urge rescatar y mucho menos si las razones son tan banales, efímeras y sin sentido como las que pude escuchar en esta entrevista.

- “Mi cuerpo es un templo”. Además de un enorme cliché, de nuevo me pregunto ¿Qué tiene que ver esto con el tema de la virginidad? Una persona que decide ser vegetariana, y que lo hace por convicción, estudia todos los efectos —positivos y negativos— que la ingesta de carne ocasiona en su cuerpo, analiza y busca sustitutos. Me gustaría saber qué tanto ha investigado esta persona sobre lo fundamental que es el buen desarrollo de la sexualidad para el individuo en general, que la lleva a hacer una afirmación como esta. ¿Es decir que tener sexo es profanar ese templo? De nuevo, me consigo con una justificación equivocada, para algo que en realidad no necesita ninguna justificación.

- Por otro lado, justificar el libro diciendo que nunca nadie antes había hablado de la virginidad, sinceramente, me deja perpleja. Existen libros, vídeos, películas, foros, blogs, y pare Ud. de contar que tocan este tema profundamente y además con bases sólidas y justificadas. Pero además rematar con la frase “hay muchísimas mujeres vírgenes, yo las conozco y bellísimas también” me hace pensar en que no es precisamente la humildad que tanto utiliza en su discurso su mayor virtud.

- Y por último y confieso que lo que más me impactó, es la terrible relación que hace entre promiscuidad y pérdida de la virginidad. Según la OMS una persona “promiscua” es aquella que tiene 2 parejas sexuales o más en menos de 6 meses. El contraparte de la promiscuidad —según la misma organización— es la monogamia (relación sexual con una pareja estable). Sin embargo, quien contrapone la promiscuidad a la castidad —o virginidad para utilizar sus palabras— es la religión. Me causa mucha curiosidad, que una persona que asegura que su decisión no tiene ninguna base religiosa, incluya definiciones religiosas para explicarse. Pero además se pueden contar millones de casos de personas que practican una sexualidad monógama, estable y sin riesgos y obviamente, dejaron su virginidad atrás hace mucho tiempo.

En resumidas cuentas, creo que después de escuchar la entrevista, me conseguí con una mujer que plantea el tema de mantenerse virgen, basándose en una cantidad de clichés, arquetipos y conceptos errados —tantos que a los 31 años habla de “su príncipe azul”— sumados a varios llamados “de lo que los demás hacen y yo no” que suena mucho más a “no estoy del todo conforme” que a “lo hago por convicción” . Tal vez las consecuencias de la presión de poner en el tapete público un tema que en definitiva, es sólo importante para ella y —eventualmente— para quien termine siendo su pareja.

Quiero aclarar, que no es la intención de este post juzgar a Vivian. No creo que esté equivocada con respecto a su decisión y sigue siendo admirable. En realidad mi llamado es a la manera en que puede desvirtuarse una valiente decisión personal, sólo por la necesidad de conseguir justificación para ella. Es la naturaleza humana tratar de encajar en el entorno y cuando tomamos decisiones que sentimos que no lo hacen, nos vemos en la necesidad de justificarnos ante los demás y es allí cuando comienzan muchos de nuestros conflictos. Sigo pensando que le hubiese quedado mucho más elegante y hubiese sido un mensaje mucho más profundo decir simplemente “soy virgen a los 30 años porque me da la gana”.

1 comentario:

  1. Hola! Me encanto tu opinion acerca de el libro de esta chica. Wow! 30 años virgen, mas bien parece que esta reprimida ya que su orientacion sexual es otra. Deberia salir del closet, estamos en el 2012. Que mal que de otra cara que no es la suya, quizas por no perder el amor de su familia. Me despido ,Saludos

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