lunes, 16 de abril de 2012

No Basta… (Franco De Vita en la USB)

A nadie le importó la lluvia. A pesar de que caía a cántaros y de que éramos bastante pocos los que contábamos con toldos de protección. El frío fue disipado por completo por el calor de un reencuentro. Uno que nos debíamos. Perdí la cuenta de las veces que he visto a Franco de Vita en escena. Cada canción, cada show, tiene imágenes especiales asociadas a mis recuerdos. Pero esta vez fue distinto. Quince, veinte años después. La verdad, no es relevante, simplemente volver a escuchar su voz en vivo, volver a sentir su carisma, su don de gente, fue suficiente para que ni la cola, ni la lluvia, ni la espera, importaran en realidad. De nuevo y como siempre, se hizo dueño del escenario y del público. Llenó el ambiente de talento, no sólo del suyo, sino del de María José, de 16 años que lo acompañó en “Tan solo tú” sustituyendo la voz de Alejandra Guzmán y sinceramente, sin nada que envidiarle. El estadio de fútbol de la USB quedó atónito ante la voz de la chica para luego simplemente venirse abajo en aplausos. Sin Bandera hizo lo suyo, acompañando de nuevo a Franco en “Si la ves”. El despliegue de talento continuó con la presentación de la banda, con un guitarrista que canta, un pianista que baila y un baterista que toca tambores. Increíble rememorar la bellísima y particularmente sentida en estos momentos, letra de “Al Norte del Sur” en compañía de San Luis, ex- Vos Veis. “Necesitamos un espacio de reencuentro. Lo tuvimos por un tiempo. Este está bien, pero es muy lejos. Ojalá un día nos devuelvan lo quitado” y de nuevo el mar de gente se deshizo en aplausos, al retroceder aún más y recordar esas antiguas citas en El Poliedro. “Te amo”, “Aquí estás otra vez” , “Sólo importas tú” , “Te veo venir soledad” fueron parte de la nota romántica, mientras “Traigo una pena” y “Te equivocaste conmigo” fueron una muestra de que también sabe cómo ponernos a bailar. “No, no, no” gritaba la gente cuando intentó despedirse. Volvió al escenario, imposible dejar por fuera “No hay cielo” y “Buen Perdedor” y por supuesto, no podía faltar “No Basta”. En realidad no nos bastó. Como él mismo lo dijo “Siempre queda una canción por fuera, una que ustedes esperaban escuchar…”. Y es que es imposible reunir más de 27 años de carrera, de enamorarse con canciones y de sentimientos vividos en 2, 3 ó 4 horas de concierto. “Ahora” faltó para mí. Pero llegué a mi casa y simplemente la puse, con el sonido de su voz en vivo fresco en su memoria. No, no basta. Jamás tendremos suficiente de su talento, pero hoy el reencuentro se cumplió. La sonrisa no se borra. El artista, de nuevo se botó. El ser humano que es, nos llenó otra vez a todos. Una nueva cita se abre ahora. Sin fecha, simplemente esperando “que pueda volver otra vez” como dijo en un verso improvisado. Y aquí, su Caracas, lo estará esperando. Para rememorar de nuevo. Para volvernos a enamorar. Para volver a sentir. Para un nuevo reencuentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario