miércoles, 19 de mayo de 2010

Los Caballeros las prefieren Brutas...


Cuando estaba en el Colegio (ayer mismo, por cierto, jeje) había una niña de tercero, de estas terriblemente linda y por la que más de uno deliraba. La muchachita tenía una rutina que a mí, particularmente, me desesperaba: cuando la cola de la cantina estaba en su peor momento, esta niña (previo y conciente arreglo del jean para resaltar lo que ya era imposible esconder) se acercaba a la parte delantera de la cola y con verdadera voz de idiota comenzaba a resongar por una "empanadita" casi llorando porque se iban a acabar y eso era lo único que ella comía. Por supuesto, más de uno (incluso algún cura) caía y le compraban el encargo. A pesar de que la chica tenía notas excelentes, más de una vez oí comentar "es que está buenísima, pero es como gafita". ¿Gafita? Si claro! Dudo mucho que lo fuera más de los que pasaron 5 años de bachillerato comprándole la empanadita sin obtener absolutamente "nada" a cambio. Y aunque no la vi más nunca, puedo jurarles que el interés de esta chica se fue hacia algún "especimen" de los que jamás en la vida caerían en la trampa de la empanadita.
Lamentable, desde mi punto de vista, es que me ha tocado conocer mujeres, increiblemente exitosas en muchos ámbitos de sus vidas, que al estar frente a un hombre que les atrae o ante un grupo del que desean llamar la atención, parecieran colocarse una especie de chip que las embrutece al momento, representando a la enésima potencia la rutina de la empanadita. El playlist de conversaciones vacías comienza a funcionar de inmediato. Impelables los chistes que de alguna manera denigran a las propias mujeres, al matrimonio o a la pareja. Y si pueden hacerse las inútiles a la hora de abrir una botella, la tapa de la pila del celular o de sacar hielos de la hielera, genial! Es decir, la idea es parecerse lo más posible a la mujer que creen que un hombre puede buscar, sin importar lo que esto implique. Imposible explicarlo mejor que con la respuesta que le da Maggie (Julia Roberts) a Ike (Richard Gere) en la película Runaway Bride: "¿Cómo te gusta comer los huevos?" pregunta él "Como le gusten al hombre que esté conmigo" responde ella. ¿Decisión inteligente? Puede ser. ¿Lógica? No lo creo.
No podemos negar que para hacerse pasar por idiota, hace falta inteligencia. Ninguna mujer que carezca de una capacidad de análisis profunda, puede llegar a evaluar tan velozmente a un hombre como para poder determinar qué parte de su ego necesita ser más estimulado y dónde están los complejos que hay que esquivar. Y es indudable que se necesita bastante lógica para planificar estrategias que logren estos cometidos. Creo que el problema radica más bien en falta de seguridad. Nadie que esté completamente seguro de lo que es y de lo que es capaz, necesita mentir o hacerse pasar por lo que no es para conquistar algo (y esto aplica para ambos sexos). Menos aún, hacerse pasar por el tipo de "bruta" a la que la frase se refiere: una que no piense mucho en profundidades, que se tome los sentimientos a la ligera y que no espere mucho de la otra parte, todo esto con la simple y clara finalidad de evadir cualquier compromiso que una relación de pareja puede implicar.
Por otro lado, me sorprende y me alarma, que mientras he escuchado a varios conocidos decir que "la inteligencia de una mujer es inversamente proporcional a la profundidad de su escote" (acompañada la frase de la coletilla "y a mí me gustan los escotes pronunciados"), oigo a mujeres (de las que no les gusta hacerse pasar por idiotas) hablar de cómo han subido sus "estándares" y buscan cada vez más relacionarse con hombres inteligentes, preparados y con conversaciones amenas e interesantes. Y en vista de la notable diferencia entre el criterio de unos y de otras, no es muy difícil suponer cuál de los dos grupos sale perdiendo.
Entonces, de varios tipos de brutas, como que está lleno el mundo. Será que hay que decidir en qué grupo anotarse? Por ahora, yo paso.

6 comentarios:

  1. Es perfectamente posible que una persona por demás inteligente actúe como un perfecto idiota en presencia de alguien que le resulta inusitadamente atractivo (a). Tartamudear, dejar caer cosas, olvidar nombres (incluyendo a veces el propio) son apenas algunas de las torpezas que tanto divierten quienes presencian tales estupideces. Fingir estas torpezas es un arte que podría ser exclusivo de una femenina mente calculadora, adiestrada por años de infantil manipulación a un padre dedicado.
    Es costumbre en esta sociedad "machista" proteger a las damiselas. La falsa necesidad de protección puede no ser un fenómeno nuevo, sin embargo, mantengo mi preferencia por una dama inteligente, resuelta, decidida y exitosa. Y estoy dispuesto a hacerle todos los días la cola de las empanadas.

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  2. Como te decía, ami: Sólo los brutos las prefieren brutas! Nuestra ventaja es que podemos inteligentemente volvernos "brutas" en el momento que consideremos indicado... Pasa que hay unas que se quedan y de allí no salen, jaja! Y qué más queda? Se sabe que brutalmente nadie puede ser inteligente... Jiji!
    Yo también me quedo como soy... Me ha ido buenísimo, y sé que a ti también! ;)
    Love you!

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  3. Ayy amiga... La verdad es que yo he llegado a la misma conclusión. Me parece a veces que uno si es profesional, todo terreno, supermamá y mujer, pues sólo logra intimidar hasta al más hecho y derecho de los hombres. Tengo una amiga que le decía mi hija "Usted no es mocha, puede resolver en la vida, pero si hay un hombre cerca, usted es una Princesa y no debe levantar ni un dedo" ¿Será esa la fórmula?

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  4. Ojala No sea esa la formula jaja... Existen mujeres que lamentablemente lo que les da su cerebro es solo para ver que tan "tuneado" esta el carro de "x" persona, así como hombres que tienen el cerebro entre sus piernas. Yo digo que tantos hombres como mujeres que son inteligentes y exitosos, son los mas dificiles de complacer, porque es cuando estan en su ego mas alto y son "perfeccionistas". Es dificil conseguir la relacion adecuada, pero mas dificil es mantenerla, sea por intolerancia, capricho, aventura, miedo, poder, inteligencia, etc. Todas son las excusas perfectas para no aventurarse y experimentar, porque no hemos crecido aprendidos, pero como nos cuesta entender que debemos aprender de cada relacion que tenemos, tratar de ver objetivamente cada situacion, y sacarle el mejor provecho a cada experiencia. Saludos.

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  5. Llevo rato maquinando quién será la "niña linda y tonta" de las empanadas... jejeje Alguna pista tutu? no me atrevo a adivinar...

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