Se me escapa y no puedo ver por dónde.
Volteo a buscarlo y cada vez está más lejos.
Raído, herido, cansado.
Decide alejarse, aunque lo obligo a que se quede
por aquello de la esperanza.
Pero él, más sabio, se aleja poquito a poco,
quizás para dejarme aprender,
tal vez para no herirme.
Sabe que le queda poco
y que por más que yo lo intente
está demasiado débil para seguir.
Necesita una sonrisa, una alegría, una palabra,
pero las que yo le doy no bastan,
porque sabe que son sólo ilusiones...
Decidió irse ya sin ninguna esperanza
y aunque trato de aferrarlo con desesperación a las mías
ya tampoco quedan fuerzas...
solamente lo veo alejarse...
La nostalgia es parte del encanto de la vida, leer tu poema me hizo viajar en el tiempo, sentir alejarse un Gran Amor... extrema experiencia. Pero sabes? entre tu y yo, permitirme sentir la tristeza, sufrirla incluso, sin apartar mi vista del recuerdo agradecido por los momentos hermosos me permitieron entender que el amor ni se acaba ni se debilita.. se transforma con mágica fuerza, y si tenemos los ojos abiertos y el corazón atento, descubriremos que esa transformación apunta a nosotros mismos, y desde allí podemos mejorar la calidad del amor que somos capaces de dar, y por tanto de recibir... Eso pienso, eso me inspiro leerte mi preciosa amiga Mariale.
ResponderEliminarTe felicito, sabes transmitir la belleza de tu personalidad en el encanto de las palabras. Un respetuoso y cariñoso abrazo y muchos buenos deseos para ti y tus preciosos hijos : )
Excelentes palabras...
ResponderEliminarLa manera de transmitir tus emociones me cautivaron...
Saludos!