¿Cuándo decidió mi piel que sólo sentiría tus manos?
¿Cómo se empeñaron mis labios en recorrer sólo tu cuerpo?
¿Dónde te encontró mi cuerpo para temblar sólo con tus besos?
Si te encuentras tan lejos.
Si no estoy en tu camino.
Si mi alma ha vagado vidas enteras esperando encontrarse con la tuya.
Pero fueron tus manos las que enseñaron a mi piel.
Y fue tu cuerpo el que sedujo a mis labios.
Y fueron tus besos los que erizaron a mi cuerpo.
¿La respuesta?
No hay abismo más grande que la distancia entre dos cuerpos,
cuando es sólo un corazón el que siente.